¡Luchemos por liberar al mundo entero!

Un mensaje de la Organización Comunista Revolucionaria, México, con motivo del Primero de Mayo de 2014

A todos los que odian la opresión y arden del deseo de un cambio radical…

En todo el mundo, necesitamos la revolución.
Necesitamos una nueva etapa de revolución comunista para liberar a la humanidad.
El mundo como está es un horror que nadie debe tolerar.
Calentamiento global y destrucción desastrosa del medio ambiente de la Tierra. Los jóvenes, sin futuro, desempleados, cazados por la policía, atrapados en las garras de los cárteles, ejecutados por las fuerzas armadas. Mujeres golpeadas, violadas, asesinadas, — humilladas por una misoginia desenfrenada que niega su humanidad. Pueblos originarios despojados, viviendo bajo los fusiles del ejército, sobreexplotados y denigrados. Gays y lesbianas perseguidos y brutalmente asesinados. Inmigrantes perseguidos, deportados, secuestrados, asesinados. 18 mil niños en el mundo que se mueren cada día del hambre y enfermedades curables. Las guerras de rapiña, la tortura, el espionaje omnipresente.
Nada de esto se debe a la voluntad ni la ira de ningún dios; tampoco a una supuesta “naturaleza humana” egoísta innata que nos condene a competir para que los “ganadores” dominen a todos los demás. Todo se debe al sistema que impera en el mundo, el sistema capitalista-imperialista. Es un sistema obsoleto y criminal, en que abundan las contradicciones que hacen posible su derrocamiento. Es un sistema de explotación brutal, competencia bárbara, crisis, miseria, desigualdad apabullante, y la mentira descarada de que su Estado representa al “pueblo” y proporciona “la justicia y la igualdad para todos”. El sistema no puede resolver estas contradicciones pero la revolución comunista sí lo puede hacer.
Esta revolución no es un “sueño imposible”; es posible y es necesario. Es una lucha ardua y compleja, pero es la única salida real a los problemas que acongojan a la humanidad. Sólo la revolución comunista ha permitido que las masas derrocaran este sistema y crearan otra manera de vivir mucho mejor.
Se dice que el comunismo fracasó, que fue aún peor que la pesadilla del capitalismo: todo esto es una avalancha de distorsiones y mentiras diseñadas para hacernos creer que su orden social es el único posible y que las revoluciones que lo tumbaron en Rusia y China fueron desastrosas. La verdad es que estas revoluciones fueron un desastre para este sistema y sus clases dominantes y fueron muy liberadoras para la gran mayoría de la gente. Por vez primera en la historia moderna hubo sociedades donde las personas importaban más que el dinero, donde no se discriminaba por el color de la piel, el idioma que se habla ni el género, y todo ser humano fue valorado por igual. La gente se movilizaba para dar de comer y cuidar a todos, por llevar el arte y la cultura a todos, por comenzar a superar las desigualdades y divisiones que han existido por miles de años, y por apoyar esta revolución por todo el mundo.
Nos han mentido. Nos están robando el conocimiento y las lecciones de esta primera etapa de la revolución comunista, que finalmente fue derrotada y revertida al capitalismo, debido principalmente a la tremenda presión ejercida por la fuerza superior del imperialismo en el mundo, que se hizo sentir en la lucha que sigue candente dentro de las sociedades socialistas. Hemos aprendido más profundamente de estos avances y reveses que la revolución comunista es un proceso mundial, que las condiciones para el comunismo solo se alcanzarán a escala mundial por medio de un largo y sinuoso proceso revolucionario. El socialismo en Rusia y China fueron solo los primeros pasos en la lucha por un mundo comunista. Un mundo en que ya no habrá ricos y pobres, amos y esclavos, gobernantes y gobernados, sino seres humanos libremente asociados que trabajen juntos por el bien común y que cuidan el planeta en vez de destruirlo. Será el comienzo de una nueva época en la historia humana, en que la libertad y el potencial de las personas en todo el mundo se expresarán en formas que ni podemos imaginar ahora.
Contamos con un resumen serio y veraz de los tremendos logros y los errores importantes en la primera etapa de la revolución comunista mundial, así como una nueva síntesis de la teoría comunista desarrollada por Bob Avakian. Este entendimiento más profundo y más científico es una guía indispensable para avanzar más y luchar mejor por el comunismo. Todos los que quieran cambiar el mundo radicalmente necesitan conocer esta nueva síntesis del comunismo, estudiarla y organizarse para aplicarla de manera viva y creativa, para abrir una nueva etapa de revolución comunista.
Con este entendimiento, necesitamos construir y fortalecer partidos comunistas de vanguardia en todos los países posibles, armados con una visión, estrategia y programa revolucionarios, para dirigir a las masas a hacer esta revolución. Nuestra organización, la Organización Comunista Revolucionaria, asume la responsabilidad de dirigir la lucha por formar tal partido en México.
Se dice que es mejor no tener dirigentes y que un partido comunista sofocaría a la gente. Aprendamos de Egipto. En 2011 el pueblo se levantó y libró una lucha muy valiente que inspiró a la gente por todo el mundo y derrocó al régimen de Mubarak. Cayó el viejo tirano, y parecía ser un gran cambio. Pero no hubo dirección comunista y no hubo revolución: no se desmanteló el viejo Estado y no cambió el sistema. Sin dirección revolucionaria, mucha gente quedó embaucada por el ejército y otros por la Hermandad Musulmana. Hasta ahora, el ejército, defensor del imperialismo, sigue en el poder y la gente queda encerrada entre dos alternativas inadmisibles: el fundamentalismo islámico o los defensores de la democracia burguesa del imperialismo occidental y su democracia burguesa. La falta de dirección revolucionaria no fue fortaleza sino debilidad del movimiento, y esta experiencia ilustra que la visión de un movimiento “horizontal”, supuestamente “sin dirigentes”, perjudica mucho al pueblo porque deja intacto el sistema que es la fuente de todo este sufrimiento innecesario.
La verdad es que se necesita una fuerza dirigente. ¿Cómo se van a navegar todas las vueltas y revueltas de la lucha? ¿cómo se va a unir y dirigir la resolución y creatividad de millones de personas para derrocar el viejo orden y emprender la transformación revolucionaria de la nueva sociedad y el mundo? Esto requiere ciencia y requiere organización. Por eso necesitamos un partido comunista revolucionario. Lo necesitamos para desarrollar y armar a cada vez más gente con un entendimiento científico del mundo y cómo transformarlo, ya que este entendimiento no se da espontáneamente; no sale simplemente ni automáticamente de la experiencia directa de lucha. Y lo necesitamos para poder hacer frente de manera consciente y unificada a poderosos enemigos, derrotar su poder militar y las maniobras y engaños que utilizarán para dividir y derrotar la revolución.
También se necesita un pueblo revolucionario para hacer la revolución y el momento para trabajar en eso es ahora, en vez de quedarse con los brazos cruzados y “esperar mejores tiempos”. Egipto y muchas otras revueltas y levantamientos nos muestran que el mismo sistema provocará la rebelión de la gente pero, ¿habrá una fuerza revolucionaria suficientemente consciente y organizada para movilizar a millones para avanzar la revolución o se mantendrán esencialmente las mismas cadenas sobre la gente con nuevas caras en los altos puestos? Para que las oportunidades de gran conmoción en la sociedad no se desperdicien sino que se aprovechen para liberar a la gente, necesitamos echar ahora los cimientos, forjar desde ahora un movimiento para la revolución. Hace falta que todos los que odien los crímenes de este sistema y comiencen a ver la posibilidad de un mundo comunista, trabajemos colectivamente y conscientemente, con mucha pasión y creatividad en cada momento desde ahora, para forjar un pueblo revolucionario y una vanguardia capaz de dirigirlo para derrocar este sistema, construir una nueva sociedad socialista y servir como base de apoyo para la revolución comunista en todo el mundo.
Les llamamos a todos a entrarle con nosotros para construir un movimiento para la revolución de cientos de personas y luego de miles que se capaciten para dirigir a millones cuando se despierten y se lancen a la lucha política. Sigue la página de Aurora Roja, voz de la Organización Comunista Revolucionaria, participa y organízate con el movimiento para la revolución.
Un frente de lucha importante es la resistencia a la guerra contra el pueblo. Existe en México ahora resistencia contra muchas injusticias y se necesita mucha más. Como parte de preparar el terreno y las fuerzas para la revolución en este país, la OCR se ha unido con otros para luchar contra la brutal violencia del Estado contra los jóvenes, los migrantes, las mujeres, los activistas políticos, los periodistas, y otros sectores del pueblo. Les llamamos a todos a unirse y construir la Red Nacional de Resistencia Alto a la Guerra Contra el Pueblo, para fortalecer la lucha contra los crímenes del Estado mexicano y sus mentores en Washington. Desenmascarar su violencia reaccionaria y completamente ilegítima —las desapariciones, los asesinatos, las detenciones injustas, la tortura y otros actos criminales de las FFAA y la policía— creará mayor resistencia, mayor conciencia y mayor capacidad de cambiar este mundo entre un sector creciente del pueblo. Es una parte importante de Luchar contra el Poder y Transformar el Pueblo para la Revolución.
No hay necesidad más grande en este mundo que la de ponerle fin al sistema capitalista-imperialista y abrir un nuevo amanecer para la humanidad. No hay nada más importante a que uno pudiera dedicar la vida. El futuro de la humanidad depende de lo que contribuya cada quien a esta gesta emancipadora. Atrévete a entrarle. ¡Revolución, Nada Menos!
Organización Comunista Revolucionaria, México

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